viernes, 8 de noviembre de 2013

El andariego. Hugo Padeletti

El regreso a la raíz es la quietud, / la quietud es la restitución del mandato, / la restitución del mandato es lo permanente, / conocer lo permanente es iluminación. (Tao Te King)

Las ramas tienen su actitud cada una.

Sube y me reconforta / -la proyección de la savia- / algo que viene de antes de la tierra

El mar es grávido y tiene ensimismadas preguntas que / evolucionan solitarias

Sería necesario que los hombres / despertaran su oído en los desiertos

Porque el agua penetra las arenas, el corazón, el eje clausurado de las cosas, / pero nunca las vuelve transparentes / en sus raíces

Donde el árbol demuestra su razón / en el mango del hacha

El ardiente amante me abrazó / como se abrasa a un muerto.

Cuando la ola fría del movimiento me dejó / -los futuros presentes pasados- / pensé: ¿Nada me une a mí mismo?

Mañana habré bajado hasta una alfombra raída, / hasta el polvo que enciende los deseos, / hasta la culpa

Cuando cae la carne de las grandes / palabras solitarias,  / cuando cae la carne / de los frutos –oh carne- / estoy adentro

El ahora y aquí: ésta es la hora / de cemento, / en la luz no usada

Cuna y mortaja / -a todos por igual y diferentes- / y, entre las dos, menguantes y crecientes / diversas, son las fases del destino

Si todo es de otro modo, / entonces todo es nada y todo es todo

Entregarse, / soltar / lo crispado, / ejercer la estrategia / del agua.

Alto, sostenido / todo / en nada

¿Qué primavera / dice su invierno? // La primavera / es

La sociedad / es peor que la soledad

Hemos simplificado / y al simplificar nivelado / y luego, rotulado, escamoteamos / lo peculiar

Mira, almita blanca, cómo gira, / falta, / la quemadura / del ser

Cada entraña / digiere a otra. / El visceral / horror, bajo la costra / de ayer / palpita todavía

El pensamiento a veces se hace realidad / entre dos parpadeos / y quedamos en vilo

Cada cual / es otro resplandor / y es el mismo

Cuando la boca / se achica / el corazón se agranda

Crece un punto / de abismo / en el silencio

¿No es el ojo / del amo el que lo hace? Pero nace / la rosa / y hace el ojo

Hay semillas / en África que aguardan / años // para convertir al desierto

Se malquieren / el deseo y las cosas, / pero paran aquí, / en esta calma / desvelada.

Encerrarse, descubro, / es un modo de abrirse

Hombre-hambre, león, olla de fuego, / laberinto de arena. Cuántas huellas / que entran sin salir. Hasta la zorra, / con su cola de paja en extinción. / Corazón, no te hieras // con tu escudo

La vida, Monseñor, es lo que a uno / se le escapa / mientras piensa en algo superior

La vida, / señora Osborne, / es lo que pierde cuando piensa

Pero es cielo es el mismo, el disolvente / universal

Pero entonces, / pretender que el futuro / no ha llegado / es trigo funerario. / Está esperando / -en grano- / en cada grano

Nada nos es ajeno

El cebo / del futuro /  es el pasado

El otro es un espejo

Nadie encuentra / lo que nadie perdió

Las órdenes son cortas, los lamentos / son largos, las semillas / son árboles

Ciertas islas / son el agua

Son redes, estas rutas / cifradas / cuyo anverso es tapiz

No tenemos cosa nuestra / sino el tiempo, /donde vive / quien no tiene lugar

Una mente sensible no puede hacer violencia / ni siquiera a un apego / local

Cuando digo / “la hebra” / el mundo se devana

Podría ser peor. / Cada momento, cada último / momento / podría ser peor. / Se está sujeto /  todo, / aunque no se lo advierta

No hay secreto / en la ola del mar / que el espacio y el tiempo no guarden, / publicándolo

Quisiera estar despierto / de otro modo, poder asegurar, /subido a un atalaya: -‘esto es el mar, / esto es el hombre, esto es el cielo, esta es la tierra ‘ /al muñeco de sal al que se aferra / por dentro, entre nadar y no nadar

Las semillas son relojes de sol

La mente que inventa lo que toca

Todo es mío y todo me es ajeno

Aunque corra la hora / del reloj / el instante / es estanco

La pelea / entre el ser y el querer no es el negocio / del arte

El peso de la vida / es un monumento de agua / labrado en vilo

Quien vela / y no se asombra / ha traspasado el ruedo de su sombra / y está despierto

Estos poemas, que sin embargo fueron escritos con mi sangre, apenas si me pertenecen, salvo como destino.

 




Título: El Andariego. Poemas 1944 - 1980
Autor: PADELETTI HUGO
Editorial: FONDO DE CULTURA ECONOMICA
356 paginas
Año:  2007
Coleccion: TIERRA FIRME
ISBN: 9789505577217
Precio en pesos argentinos: 89

Por: Gabriela Marta Lago

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