FRASES SUBRAYADAS
-Al
oeste, el sol era una gota de oro ardiente que se deslizaba con rapidez hacia
el alféizar del mundo.
-El
mar, rompiendo a muchos kilómetros, sobre al arrecife, difundía un leve rumor
aún menos imperceptible que el susurro de la sangre.
-Ahora,
aunque no se encontraba presente ningún padre que dejase caer sobre él una mano
airada, sintió de todos modos la desazón del delito. Empezaron a conformarse en
los repliegues de su mente los esbozos inseguros de una excusa.
-Allí
estaba el mundo deslumbrante de la caza, la táctica, la destreza y la alegría
salvaje; y allí estaba también el mundo de las añoranzas y el sentido común
desconcertado.
-Las reglas
son lo único que tenemos.
-Las
ideas más brillantes son siempre las más sencillas.
-Vestía
la húmeda oscuridad del bosque como si fuesen sus antiguas prendas
-Estoy
aterrado. De nosotros.
LA
OBRA
“El señor de las moscas” de William Golding fue publicada en 1954 luego
de ser rechazada por varios editores. La
obra habla de unos jóvenes y niños, todos varones, que han caído en una isla. Sus
edades rondan entre 6 a
13 años. A partir de los primeros momentos de incertidumbre, se arma una
pequeña sociedad, con reglas, subgrupos, ante el deseo constante del rescate y
el temor del abandono. Leí el libro con cierta curiosidad antropológica y no me
defraudó. Las reglas de la sociedad de pertenencia afloran a la par que surgen
nuevas, así como luchas de poderes, rivalidades, temores, frente a un
entorno agreste. Algunas actividades
pueden leerse como ritos de pasaje que llevan a cabo esos adolescentes
demostrando su bravía y su carisma, el prestigio del más fuerte, el rol
protector de quien trae comida, la fascinación ante el fuego, la añoranza del
hogar. El autor se sumerge en todos los sentimientos posibles ante la pérdida
del entorno confortable de pertenencia y de la mirada rigurosa y guiadora de
los adultos. La tensión entre el caos y el orden está presente en todo el
desarrollo.
Algunos
aspectos me recordaron a la experiencia de “La ola”, cuando un profesor, para
explicar a sus alumnos adolescentes que el peligro del nazismo sigue en pie,
propone el armado de un grupo con una férrea disciplina. Ambas experiencias nos
señalan que bajo nuestra apacible manera de comportarnos, ante una situación
límite o ante quien sepa quitarnos las capas de mansedumbre, se encuentra la
crueldad en estado larvario para lanzarnos hacia aquello que creíamos imposible.
Esta lectura forma parte del evento
organizado por Blogeros Unidos Argentina que comenté en un post anterior. Como
propuesta, además de la lectura, podíamos participar de otros retos. Yo me he
sumado a algunos y dejo acá mi resultado. Luego haré un resumen de lo que he
podido leer.
-Desafío
libro a música. Mientras leía el libro pensaba en qué música podía resumir
la sensación de mi lectura. Por la pasión del
texto, el salvajismo presente, el entorno agreste, creo que la canción
de René Aubry, “Amnesie”, que en
castellano podría traducir de amnesia, es perfecta. Sin hacer spoiler, creo que
también podría congeniar con la historia, esta amnesia que aflora al perderse
en una isla desierta cuando se olvida, poco a poco, la comunidad de origen. Me
gustó el sonido de fondo de sonajas y percusión. La primera vez que escuché
esta canción me imaginé una danza muy libre con sonajas atadas en las manos y
en los tobillos. La música de René Aubry
me encanta. Es un compositor francés que mezcla instrumentos de distintas
procedencias por lo que me resulta muy original.
Desafío
títulos alternativos:
“La rasgadura del caracol”. “Humo”. No puedo explayarme mucho porque
mandaré un spoiler.
EL AUTOR
William Gerald Golding nació en el Reino
Unido en 1911 y murió en 1993. Fue poeta, dramaturgo, crítico y novelista. En
1983 se le otorgó el Nobel de Literatura. En su obra está presente, como tema
recurrente, la violencia del ser humano, los dilemas morales y la fragilidad de
la sociedad. Otras obras: “La pirámide” (1967), “La oscuridad visible” (1979),
“Los hombres de papel” (1984), etc.
HA DICHO
-No
puedes dar libertad a la gente sin debilitar la sociedad como una herramienta
de guerra.
-Intelectualmente
puedo ver que la balanza del hombre está al cincuenta por ciento, y las
probabilidades de que acabe destruyéndose a sí mismo están muy igualadas.
Intelectualmente no puedo verlo de otro modo. Pero soy emocionalmente incapaz
de creer que llegaremos a esto. Supongo que esto quiere decir que por
naturaleza soy un optimista y que por convicción intelectual un pesimista.
-Los
defectos de nuestra sociedad son directamente rastreables en los defectos del
individuo
-Nada
se pasa tan deprisa de moda como lo que se escribe a la moda. Nada es más
obsoleto que una novela moderna.
-La
diferencia entre un escritor y uno que no lo es consiste en que el auténtico
sigue escribiendo pase lo que pase, hasta morir sobre su escritorio, si hace
falta. Nunca abandona.
LLEVATE
UNA FRASE
Fuentes: Wikipedia / Safarinocturno /Elpaís/
El brush usado para la imgen de la frase
pertenece a Solenero73
La frase subrayada es espeluznante. Hace poco he recomendado este libro y con la recomendación y ahora al leer tu reseña me han entrado ganas de releerla. Me impresionó cuando leí este libro en su momento y no sé cómo aguantaria una relectura.
ResponderEliminarSaludos
El libro fue tan duro de leer como me imaginaba, lo más fuerte, creo que para los adultos, es ver nuestra crueldad reflejada en los niños. Lo de los peques me dejó desarmada. Me han llamado la atención ciertas reseñas negativas ya que no entiendo cómo se puede leer este libro sin meterse en esa historia tan descarnada. Saludos. Gaby
ResponderEliminar