Signos oscuros
Enrique Solinas
Ediciones Último Reino
Año 1995
83 páginas
Poesía
Enrique Solinas
Ediciones Último Reino
Año 1995
83 páginas
Poesía
Leí varios
poemas sueltos del autor por Internet y tenía ganas de leer un libro completo
ya que todos los poemas que leía me parecían preciosos. En una de mis
excursiones a Buenos Aires para comprar libros, encontré Signos oscuros y además está dedicado.
En esta obra, la voz poética indaga la
realidad construida, la escritura como acto creador. También puede ser leído
como un ars poética. Se busca esa
palabra originaria, el acto primigenio
de nombrar, la construcción de esa realidad de manera subjetiva. Todo aquello
que no ha sido significado es invisible;
lo que no está semiotizado, no lo puedo percibir. Si lo percibo, es que
ya ha sido construido por la trama simbólica. Aquello no nombrado permanece en
estado caótico a la espera de la palabra que lo salve de esa indeterminación
oscura. “Una primera palabra fue el
inicio de todo lo que veo / a medida que se moldeaba una escenografía de luz”,
“construía palacios de nombres”. La
poesía, en el poema, también salva del caos y ordena, es un acto revelador que
permite contemplar otra realidad posible, subjetiva, fugaz, latente con su
contracara: el silencio, el caos y el vacío.
Y de repente se asoma la realidad: temblor de pantera agazapada en el
corazón de un cisne.
La sombra de la pantera es la pantera.
Comparto las palabras del autor que
abren el poemario que explican mejor que yo estos aspectos.
Cuando la poesía se expresa mediante el poema y llega hasta aquí,
sucede. No tiene principio como tampoco tiene fin. (…) Incentiva el Caos del
mundo para mostrar el Caos interior. Incentiva el Caos interior para mostrar el
Caos del mundo. El lenguaje se transforma en balbuceo, en gruñido, en plegaria;
en imprecación, en cartas de náufrago; en mano suicida y en ruego.
Cuando el verdadero poema se expresa, algo aparece. Algo
imperceptible y algo evidente. El papel es como un espejo y nos podemos ver.
El mundo nace y muere en el poema. Detrás de los objetos hay palabras
para revelar, hay emociones que no podemos aprehender y que estimulan nuestro
desconocimiento.
La poesía es una pregunta.
Nada se puede esperar del poema y la perfección consiste en buscar
donde no se sabe ni se presiente, con ese don que nos ofrecen los verbos
imperfectivos y esa manera de mirar el mundo, distinta percepción, extraña.
VERSOS SUBRAYADOS
Estamos aquí como en una llanura tenebrosa, barridos por confusas
alarmas de contiendas y fugas, en una llanura donde ejércitos ignorantes
combaten envueltos por la noche. (Matthew Arnold)
La noche estaba sentada en la memoria de los muertos. / La noche era
la sed, la boca, el alimento.
En el perfecto final de cada espejo / encontrarás / el verdadero
nombre de tu voz.
Hacer cada día un naufragio para vivir.
Caminar sobre el cuerpo / para ponerle un nombre / a la palabra.
Me falta la inocencia: / saber que en la mirada de una sombra / hay
un verbo que juega a la vida y a la muerte.
En hogueras de hielo / me sorprende la presencia del hombre /
quemando mis dos alas de gritos / con el nombre de Dios.
Hay quien escucha en el silencio de mi voz / lo efímero del mundo.
Hay quien escucha en el silencio de mi voz / un sendero de locura
infinita.
¿Cómo abrazar el aire para atrapar caricias que no existen?
Tu plegaria es un cuchillo para mi cuerpo en llamas.
¿Cómo juntar lo que el dolor destruye? (William Blake)
Como si el destino no fuera otra cosa que golpear palabras / y la
salvación una plegaria al viento / como una melodía en ruinas, / que se repite
sin fin hacia la noche y que se repite sin fin / hacia el hechizo, hacia el
ángel, hacia el tormento.
En la noche de la irrealidad, / me abrazo a la pared / y doy a luz un
mundo.
El sonido es otra cara más del silencio.
Como quien viaja al centro de su propio corazón para clavarse un
puñal, para exigir un veneno.
Del otro lado del vacío hay un fragmento de noche que no cesa.
El amor es un alambre que divide la tierra de la razón.
El amor es un puñal clavado en el mar para que las aguas se diluyan.
El mundo es un gran muerto.
Aquí el peligro es todas las noches.
Vas a viajar a un país tan violento / que los puñales te acarician
con tus manos.
Hay catedrales sumergidas / en el corazón de las palabras.
La muerte se parece a la sombra / de un jardín que fue hecho con
palabras.
Las palabras siempre declaran algo más. / Las palabras engañan.
En la memoria tengo / un doloroso canto por decir.
Creemos que se olvida el dolor en cada juego /y siempre habrá una voz
/ que nos devuelva el verdadero mundo.
¿Cuándo dejaremos la simulación / para llenarnos de asombro?
Lo que no fue, no fue y no será.
EL AUTOR
Enrique Solinas
nació en Buenos Aires en julio de 1969. Es licenciado en letras. Obtuvo
diversos premios como el Subsidio Nacional de iniciación de la Fundación Antorchas
(1997). Además de Signos Oscuros
(1995) podemos mencionar: El gruñido
(1997), El lugar del principio
(1998), Jardín en movimiento (2003).
Sobre su poética
ha dicho: Creo que la literatura es para
mí el lugar de encuentro con el mundo, donde lo bello y lo terrible se
fusionan; donde es posible expresar –cada vez intentando ser más preciso en el
decir– el pensamiento y su emoción. Entre el deseo y el resultado de ese deseo
está el poema imperfecto, frágil, feroz, cerca y extraño. Imposible de
capturar.
LLEVATE UNA
FRASE
Fuentes de la biografía:
lasafinidadeselectivas
Gabriela M. Lago en Owiwi Owo
Holis. Me gustó la frase. Y gracias por la poesía.
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