lunes, 13 de enero de 2014

El Quijote - lectura conjunta - Capítulo 1



(Con spoilers)
Todos los lunes, como ya comenté, postearé sobre El Quijote como parte de la lectura conjunta propuesta por Laky.





http://www.artelista.com/obra/7950239248766339-donquijote.html
En este primer capítulo aparece caracterizado el protagonista como hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.  Este hidalgo es un hombre de unos cincuenta años, muy delgado, nada musculoso, amante de la cacería. Pero lo que más detalla, por lo que dispara su afán de aventuras, es su pasión o fanatismo por los libros de caballería. Me he reído mucho con la manera como describe tanto las formas de escritura de estas novelas como la adicción, si podría llamarse así, del protagonista. Tanto es así que se olvidó de cazar, de administrar su hacienda y se colgó de la nube en esos universos donde los hombres son caballeros, las mujeres son doncellas que suspiran por los héroes y donde los caballos de trabajo son corceles majestuosos.

         Es evidente la intensión del autor de señalar una crítica, desde el humor, al género donde se mezcla a Hércules con un ídolo de oro de Mahoma, con Anteo, mitología griega y religiones varias. Recordé los libros actuales donde el protagonista intenta mantener encendida la antorcha de Zeus con el báculo de un elfo mientras un enjambre de zombies lucha con vampiros para conquistar el reino de Egipto. Calidoscopio de personajes de lugares y de tiempos disímiles, pérdida absoluta de la verosimilitud.
Más leía y más leía el hidalgo y  más desconectaba de la realidad. ¿Sería el esfuerzo por entender escrituras como las siguientes?

La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura.

Los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.


         Algo tan así escrito, escriturísimo, con la preciosidad más preciosa de un don tan alto, tan elevadísimo de las mentes elevadas y sapientes para compaginar las más aventuras aventureras que ensalzan los espíritus, por demás volátiles, de las almas grandes que ni el grandísimo Aristóteles sería capaz de entender. Perdón, me dejé llevar. En fin, el pobre hombre ha perdido la cordura o se ha podrido de su vida. Entre la vida en una hacienda y la vida de un héroe de espada y caballo, se decidió por la segunda.


Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para sólo ello.


Él se enfrascó tanto en su letura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles.


Y un caballero tiene que tener, para ser creíble, una espada, un caballo y una doncella. Su caballo de trabajo, un rocín, se ha transformado en Rocinante así como una labradora, Dulcinea, en su dama. Según cuenta, él mismo bautizó a su caballo y a la mujer dejándose guiar por la sonoridad de los nombres, tarea que le demandó más de diez días. “Rocinante” sería como un gran rocín, y si rocín significa “caballo de mala postura y poca alzada”, entonces el Rocinante es un gran caballo de mala postura y poca alzada con mayúsculas. Y el hidalgo pasó a llamarse a sí mismo, como mandaba la época, don Quijote de la Mancha, haciendo honor al lugar donde él era originario. De ahora en más llámenme doña Gabriela de La Plata.
         La parte donde narra todos estos detalles me hicieron reír mucho,  sobre todo cuando limpia una antigua espada y trata de remendarla con lo que tiene a mano: cartón.


Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma.


http://musica13.files.wordpress.com/2010/03/don-quijote.jpg



Este hidalgo, don Quijote de la Mancha, es un héroe que se ha creado a sí mismo. 




4 comentarios:

  1. No me he apuntado a este reto, pero me gusta mucho ir leyendo vuestras entradas :)
    Besos!!

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  2. Hola Laura. Pasa cuando quieras a leernos. No me imaginé que me gustaría tanto El Quijote, claro que tenía la imagen de haberlo leído obligada en la escuela. Besos. Gaby

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  3. Este primer capítulo es inmejorable! Dan ganas de seguir!
    Besotes!!!

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  4. Sii, esta tarde arranco con el capítulo 2. Besoss. Gaby

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