viernes, 24 de enero de 2014

"Las alas del deseo" de Win Wenders



Sección: Películas que son poemas







A mi ángel de la guarda. Yo sé que estás ahí.


Las alas del deseo, también conocida como  El cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin), es una película alemana de 1987 dirigida por Win Wenders, con un guión escrito por el director junto a  Peter Handker y Richard Reitinger. Esta película tiene una secuela de 1993 traducida al español como “Tan lejos, tan cerca”. Ha ganado infinidad de premios y ha recibido además críticas muy positivas. 



Esta película es una de las que más me ha impactado y es la tercera vez que la veo. Toda ella es un poema. Los pensamientos, los diálogos, discurren de manera que nos adentramos en la vida cotidiana de los humanos desde la mirada de un ángel. Los ángeles están en la tierra para observarnos, a veces, apenas un consuelo, y siguen sin poder cambiar nada, tan solo como espectadores. Ellos que son compasión observan desde la impotencia, inconmensurables al dolor. El mismo sentimiento en los versos de la poeta argentina, Olga Orozco, cuando decía sobre su madre que había muerto: “Aunque tengas que cumplir la terrible condena de no poder estar cuando te llamo”. No debe de existir sentimiento más atroz que el de la impotencia ante el sufrimiento de quienes amamos.

        
La película se centra en dos ángeles que observan a quienes viven en la ciudad de Berlín, sorprendiéndose aún y luego de milenios, de la conducta humana, del tránsito de la inocencia del niño hasta el adulto inmerso en sus responsabilidades laborales, atravesado por el horror de la guerra aún latente, en un marco de una naturaleza que solo resta en retazos, como un río que ahora ya ni es cauce, como unos árboles casi nulos. Mientras observaba la película me pregunté dónde están los árboles. La mirada que propone el director es de la desolación, de un paisaje de cemento y caños, de ruinas, un árbol casi ahogado, unas aves nadando en un charco artificial y un elefante solitario:  la parodia de lo que ya no somos o de lo que hemos perdido. Pero se sostiene sobre este telón gris la esperanza y la belleza, sopladas de los labios de los ángeles, susurradas en los oídos de un poeta, reencontradas en la memoria de un anciano.
         Los personajes son disímiles pero todos comparten el mismo sufrimiento humano: un escritor que no puede superar los horrores de la guerra y la muerte en los campos de concentración nazi y busca una y otra vez una respuesta ante el horror, una trapecista de cara a la incertidumbre. 



         Los ángeles reflexionan y tienen todo el mundo a cuesta y lo que queda por delante. Ellos atónitos ante la inmortalidad y nosotros atónitos ante la muerte. Ellos pueden compararnos con el primer ser humano, recuerdan lo que abajo vive en una ciudad, un río seco, ruinas, fósiles. Pero siempre reaparece el sufrimiento y la belleza. En el fondo, nos admiran aún en la enfermedad. Estar vivos para ellos es un misterio, tener un cuerpo es un estado ajeno. No hay colores en su mundo, ni olores, ni sabores, sólo un espíritu en estado puro, un todo pensamiento, un todo amor.
         Las alas del deseo es una película para el disfrute de todos los sentidos. Las imágenes acompañan a las palabras, nos arrastran a la emoción, jamás nos dejan impasibles.




EL DIRECTOR

Wilhem Wim Wenders nació en Alemania en 1945. Es guionista, director, actor y productor. Algunas de sus películas son: Historias de Lisboa (1994), El alma de un hombre (2003), Tierra de abundancia (2004), Pina (2011).
         Sitio oficial del director: aquí



  



Cuando el niño era niño, era el momento de las siguientes preguntas. ¿Por qué yo soy y no tú? ¿Por qué estoy aquí y no allí? ¿Cuándo empezó el tiempo y dónde se acaba el espacio? ¿La vida bajo el sol es sólo un sueño? ¿Lo que veo, oigo y huelo es sólo la apariencia de un mundo previo al mundo? ¿Existe realmente el mal y las personas que de verdad son malas? ¿Cómo puede ser que yo, antes de llegar a ser, no fuera? ¿Y que yo, que soy yo, algún día ya no sea más el que soy?

El tiempo lo cura todo. ¿Y cuándo la enfermedad es el mismo tiempo?

Casi siempre soy demasiado conciente para estar triste.

Una mujer sola, poderosamente sola.

El relato me exime de los disturbios del presente y me protege del futuro.

¿Recuerdas cuando estuvimos aquí por primera vez? La historia aún no había empezado. Dejábamos pasar las mañanas y las tardes, y esperábamos lo que iba a ocurrir. El río tardó mucho en encontrar el lecho hasta que el agua estancada empezó a fluir. El valle del río originario. Un día –aún recuerdo- el glacial se desheló y los icebergs navegaron hacia el norte. Por delante pasó un árbol, aún verde, con un nido vacío. Sólo los peces comenzaron a flanquear la infinidad de los años.


El río primigenio se ha secado y sólo tiemblan las gotas de lluvia del presente.

¡Adiós al mundo que está tras el mundo!

¿Por qué no ven todos, como los niños, los puertos, las postales, las aberturas que hay bajo la tierra y arriba, en el cielo? Si todo el mundo lo viera, habría una historia sin asesinatos y sin guerras.

Soy una persona sin raíces, sin historia, sin tierra. Insisto siempre en lo mismo. Estoy aquí, soy libre. Puedo imaginar lo que quiera. Todo es posible. Sólo tengo que levantar la vista y me convierto inmediatamente en el mundo. Ahora. Aquí mismo. Un sentimiento de felicidad que podría conservar siempre.







Gabriela Lago – Owiwi Owo



Nota: el brush de la imagen es de flashtuchka 

5 comentarios:

  1. Esta película era desconocida para mi, pero me ha interesado, se ve muy melancólica pero tierna! la buscare para verla :)

    Saludos :3

    ResponderEliminar
  2. Yo la busqué y la encontré subtitulada. Un milagro! Perdí la mía y no la puedo encontrar. Si querés el link te lo paso por mail. Besos. Gaby

    ResponderEliminar
  3. http://cinetecauniversal.blogspot.com.ar/2013/01/las-alas-del-deseo-der-himmel-uber.html

    ResponderEliminar

Bobblehead Bunny