Una novela corta pero con el tiempo justo, escrita con
belleza, con oraciones breves pero bien armadas mediante una voz observadora y
vital. El protagonista, Tom “Hematoma” Cloudman, se hace querer desde el primer
momento, al igual que los demás personajes. Tom es un joven excéntrico,
fascinado con las actuaciones de riesgo, atrapado en la adrenalina de los saltos de su vida de
acróbata. Pero Tom quiere ser de aire, el salto solo lo atrae por esos segundos
de cielo cuando él se libra de la tierra y su cuerpo se torna etéreo. Y es así
que Tom ama todo lo celeste como las plumas, los pájaros, lo volátil, el
viento. Tom es torpe y termina su actuación con una caída. La caída puede
leerse como eso, caer, o como una forma de tornarlo a la realidad terrestre.
No podré
decir mucho de la trama más que es una metáfora de la trascendencia, de la
vida, de la superación y de la lucha. En la contratapa puede leerse un adelanto
de la historia y además el autor comienza con la mención de que Tom está
enfermo. Tom tiene una “Remolacha” en la columna, como la llama. Varios
elementos comparten el ser rojo: plumas, remolacha, hematoma, de manera que se
puede ir hilando una trama a partir de todos esos semejantes en cuanto al
color. La manera de nombrar su
enfermedad como un ser vivo que anida en el interior para hacer de su dolencia
un asunto familiar y cotidiano, para entablar una lucha cara a cara, para
hablar como quien habla a un enemigo o a un amigo, me recordó a la opción de Boris Vian al
nombrar a la enfermedad de Chloé, la
protagonista de su famosa novela, “La espuma de los días”, como “nenúfar”
crecido en uno de sus pulmones.
Los
personajes extraños, exóticos, nos adentran a una fantasía sensible y delicada,
bella y emotiva. Muchas de las formas de describir a sus protagonistas, los
escenarios, me recordaron los cuadros surrealistas de Remedios Varo como
“Creación de las aves”, “Exploración de las fuentes”, entre varios más.
La
traducción del título al español no ha sido acertada para mí. La metamorfosis
no es el cielo sino en el borde del cielo, zona de transición, zona de ruptura
y también de posibilidad de lo híbrido: un hombre que quiere ser pájaro, que
quiere volar. En la obra se menciona
esta zona como borde: “Hay que atildarse para ir al borde
del cielo”, “aquí estoy por segunda vez en el borde del cielo”
Terminé de leer el libro y me dejó, entre tantas
sensaciones, un deseo de vivir de cara a lo extraordinario.
FRASES SUBRAYADAS
• Los pájaros se entierran en pleno cielo. Incluso la más
elegante de las nubes está repleta de sus cuerpecitos yertos.
Se dice que de cada 10.189 gotas de lluvia, 1 sería la
lágrima de un pájaro y que de cada 16.474 copos de nieve, 1 el fantasma de un
pájaro descolgado de la placenta celeste.
• Cuantos más porrazos me daba más famoso me hacía.
• Mi
cerebro es un disco duro lleno de crepúsculos disfrazados de auroras boreales,
de zorros que cruzan la carretera como cohetes rojizos.
• La
reconversión de un ser humano en robot de hospital es increíblemente rápida. En
primer lugar cambian tus andares, por el gotero y el pijama. Luego la cama te
engulle como una planta carnívora. Muy pronto, cualquier sensación de sol o de
viento desaparece y empieza a llover en el interior de tu cabeza. Te olvidas de
reír, de caminar. E incluso si pruebas con los sueños, el dolor y sus escoltas
medicamentosos se encargarán de recordarte lo muy enfermo que estás.
• Sus
párpados le sepultan las pupilas, igual que el telón al final de un espectáculo
de marionetas.
• Tengo
que resucitar imperiosamente antes de morir.
• La
primera envía un cielo artificial a mis venas, me transformo en un pájaro de
algodón.
• Inconscientemente, se elige. Uno
se convierte en lo que es.
• Uno
está completamente solo. Y se siente mucho frío pues la soledad es inmensa.
• Siempre
he tenido que caminar sobre el filo de la navaja que separa el día de la noche,
el cielo de la tierra. Ir y volver de manera equilibrada, un movimiento
perpetuo que me impone mi naturaleza híbrida.
• Siempre
viviré frustrada por la falta de elasticidad del tiempo.
• Llueve dentro de mi cabeza, pero
aún hay claros.
• Pienso
que una parte de ti sigue viva, no puede soñarse una muerte mejor.
• Levanto
ligeramente tu última morada para que despegue de la tierra y el cielo la
reconozca al fin.
• A
menudo la alegría entra en cortocircuito con la melancolía.
SU AUTOR
Mathias
Malzieu nació en 1974 en Montpellier (Francia). Es escritor, compositor y cantante. Forma parte del grupo de rock
llamado Dionysos.
Su
primer libro “38 Mini Westerns Avec Des
Fantomes” fue publicado en el año 2002 y es de relatos. Otras obras: “La
alargada sombra del amor” (2010), “La mecánica del corazón” (2009).
HA DICHO
•
"Si escribes un libro infantil
que no es capaz de entretener a un adulto te estás burlando de los
niños".
•
"El tiempo pone capas al dolor, no lo
diluye, pero lo hace más llevadero".
•
“En realidad cuando escribo no pienso ni en sexos, ni en edades. Intento
escribir el libro que me gustaría a mí leer. Me concentro en lo que a mí me
gusta más y no pienso en lo que pensará nadie más en concreto”
•
“Yo siempre parto al principio de una idea. Cuando me gusta lo suficiente y
decido que esa idea va a convertirse en novela establezco un plan. Este plan va
cambiando constantemente, lo voy modificando y voy yendo de un lugar a otro.
Quiero decir que hay plan pero nunca es un plan rígido sino que puedo volver o
no a ciertos puntos y a otros no. Me muevo por sensaciones. Tengo una especie
de guía rítmica”.
•
“Me gusta que los tres [libros] tengan esa dimensión fantástica y poética, que
se lean de forma sencilla pero que mantengan sobre todo ese ritmo que pudiera
tener un poema”
Fuentes:
Trabalibros / Culturamas
DATOS DEL LIBRO
Título: Metamorfosis en el cielo
Autor: Mathias Malzieu
Editorial: Mondadori
Año: 2011
Páginas: 146
Narravita / Novela
Autor: Mathias Malzieu
Editorial: Mondadori
Año: 2011
Páginas: 146
Narravita / Novela
Por: Gabriela Marta Lago
Me han dado ganas de leerlo!!!! Creo que voy por el
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