sábado, 14 de diciembre de 2013

Metamorfosis en el cielo. Mathias Malzieu








Una novela corta pero con el tiempo justo, escrita con belleza, con oraciones breves pero bien armadas mediante una voz observadora y vital. El protagonista, Tom “Hematoma” Cloudman, se hace querer desde el primer momento, al igual que los demás personajes. Tom es un joven excéntrico, fascinado con las actuaciones de riesgo, atrapado en  la adrenalina de los saltos de su vida de acróbata. Pero Tom quiere ser de aire, el salto solo lo atrae por esos segundos de cielo cuando él se libra de la tierra y su cuerpo se torna etéreo. Y es así que Tom ama todo lo celeste como las plumas, los pájaros, lo volátil, el viento. Tom es torpe y termina su actuación con una caída. La caída puede leerse como eso, caer, o como una forma de tornarlo a la realidad terrestre.
         No podré decir mucho de la trama más que es una metáfora de la trascendencia, de la vida, de la superación y de la lucha. En la contratapa puede leerse un adelanto de la historia y además el autor comienza con la mención de que Tom está enfermo. Tom tiene una “Remolacha” en la columna, como la llama. Varios elementos comparten el ser rojo: plumas, remolacha, hematoma, de manera que se puede ir hilando una trama a partir de todos esos semejantes en cuanto al color.  La manera de nombrar su enfermedad como un ser vivo que anida en el interior para hacer de su dolencia un asunto familiar y cotidiano, para entablar una lucha cara a cara, para hablar como quien habla a un enemigo o a un amigo,  me recordó a la opción de Boris Vian al nombrar a la enfermedad de Chloé,  la protagonista de su famosa novela, “La espuma de los días”, como “nenúfar” crecido en uno de sus pulmones.

         Los personajes extraños, exóticos, nos adentran a una fantasía sensible y delicada, bella y emotiva. Muchas de las formas de describir a sus protagonistas, los escenarios, me recordaron los cuadros surrealistas de Remedios Varo como “Creación de las aves”, “Exploración de las fuentes”, entre varios más.







          

La traducción del título al español no ha sido acertada para mí. La metamorfosis no es el cielo sino en el borde del cielo, zona de transición, zona de ruptura y también de posibilidad de lo híbrido: un hombre que quiere ser pájaro, que quiere volar.  En la obra se menciona esta zona como borde: “Hay que atildarse para ir al borde del cielo”, “aquí estoy por segunda vez en el borde del cielo”


Terminé de leer el libro y me dejó, entre tantas sensaciones, un deseo de vivir de cara a lo extraordinario.


 



FRASES SUBRAYADAS

• Los pájaros se entierran en pleno cielo. Incluso la más elegante de las nubes está repleta de sus cuerpecitos yertos.
Se dice que de cada 10.189 gotas de lluvia, 1 sería la lágrima de un pájaro y que de cada 16.474 copos de nieve, 1 el fantasma de un pájaro descolgado de la placenta celeste.

• Cuantos más porrazos me daba más famoso me hacía.

Mi cerebro es un disco duro lleno de crepúsculos disfrazados de auroras boreales, de zorros que cruzan la carretera como cohetes rojizos.

La reconversión de un ser humano en robot de hospital es increíblemente rápida. En primer lugar cambian tus andares, por el gotero y el pijama. Luego la cama te engulle como una planta carnívora. Muy pronto, cualquier sensación de sol o de viento desaparece y empieza a llover en el interior de tu cabeza. Te olvidas de reír, de caminar. E incluso si pruebas con los sueños, el dolor y sus escoltas medicamentosos se encargarán de recordarte lo muy enfermo que estás.

Sus párpados le sepultan las pupilas, igual que el telón al final de un espectáculo de marionetas.

Tengo que resucitar imperiosamente antes de morir.

La primera envía un cielo artificial a mis venas, me transformo en un pájaro de algodón.

Inconscientemente, se elige. Uno se convierte en lo que es.

Uno está completamente solo. Y se siente mucho frío pues la soledad es inmensa.

Siempre he tenido que caminar sobre el filo de la navaja que separa el día de la noche, el cielo de la tierra. Ir y volver de manera equilibrada, un movimiento perpetuo que me impone mi naturaleza híbrida.

Siempre viviré frustrada por la falta de elasticidad del tiempo.

Llueve dentro de mi cabeza, pero aún hay claros.

Pienso que una parte de ti sigue viva, no puede soñarse una muerte mejor.

Levanto ligeramente tu última morada para que despegue de la tierra y el cielo la reconozca al fin.

A menudo la alegría entra en cortocircuito con la melancolía.


SU AUTOR


Mathias Malzieu nació en 1974 en Montpellier (Francia). Es escritor, compositor  y cantante. Forma parte del grupo de rock llamado Dionysos.
Su primer libro  “38 Mini Westerns Avec Des Fantomes” fue publicado en el año 2002 y es de relatos. Otras obras: “La alargada sombra del amor” (2010), “La mecánica del corazón” (2009).








HA DICHO

• "Si escribes un libro infantil que no es capaz de entretener a un adulto te estás burlando de los niños".
• "El tiempo pone capas al dolor, no lo diluye, pero lo hace más llevadero".
• “En realidad cuando escribo no pienso ni en sexos, ni en edades. Intento escribir el libro que me gustaría a mí leer. Me concentro en lo que a mí me gusta más y no pienso en lo que pensará nadie más en concreto”
• “Yo siempre parto al principio de una idea. Cuando me gusta lo suficiente y decido que esa idea va a convertirse en novela establezco un plan. Este plan va cambiando constantemente, lo voy modificando y voy yendo de un lugar a otro. Quiero decir que hay plan pero nunca es un plan rígido sino que puedo volver o no a ciertos puntos y a otros no. Me muevo por sensaciones. Tengo una especie de guía rítmica”.
• “Me gusta que los tres [libros] tengan esa dimensión fantástica y poética, que se lean de forma sencilla pero que mantengan sobre todo ese ritmo que pudiera tener un poema”



DATOS DEL LIBRO

 Título: Metamorfosis en el cielo
Autor: Mathias Malzieu
Editorial: Mondadori
Año: 2011
Páginas: 146
Narravita / Novela


Por: Gabriela Marta Lago

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Bobblehead Bunny